Por la importacia que tiene para nuestra fiesta brava, ponemos en vuestro conocimiento, la carta abierta (publicada en el Diario Expreso el 23 de marzo), que hace el periodista del diario Expreso Sr. Raúl Aramburú, al periodista del diario El Comercio Ing. Bartolomé Puiggrós, en relación a la unificación de la defensa de nuestra brava en el Perú:
Tendido 16
Carta abierta al cronista taurino de El Comercio señor Bartolomé Puiggrós
Bartolomé,Tendido 16
Carta abierta al cronista taurino de El Comercio señor Bartolomé Puiggrós
En la crónica que publicaste el lunes pasado haces mención a una convocatoria personal –y pública también, te recuerdo, en la edición de Expreso del pasado 2 de marzo– que he llevado a cabo mediante comunicaciones electrónicas a cada uno de los periodistas taurinos preocupado como estoy, y tú bien señalas, por la situación actual de la fiesta en nuestro país. Es cierto, estoy empeñado, por un simplísimo análisis de prioridades, en la necesidad urgente de reunir a los líderes de opinión de los diferentes medios para trazar objetivos comunes en vista de los riesgos a que está injustamente sometida la fiesta taurina en todo el orbe. Ello, acorde con lo que he podido observar en el exterior y por lo que a diario traen las noticias al respecto (y que todos conocemos pero percibimos lejanas aún del Perú)Te preguntas ¿Qué hay detrás de esto? Te lo diré claramente: mi sincero convencimiento que necesitamos unir esfuerzos contra el riesgo común, el de fuera, porque creo firmemente –con mea culpa incluido– que hemos perdido mucho tiempo en diferencias personales y desunión que no benefician a nadie, y por ello nos hemos despreocupado del que debería ser el objetivo de todos: defender la fiesta, nuestra fiesta. Eso, Bartolomé, es lo que hay detrás. Y nada ni nadie más.La vida me ha enseñado que nunca es tarde para corregir y que hay circunstancias que obligan, como las renuncias que exige el crear un bloque unido de quienes tenemos el deber de orientar a la opinión pública contra los gratuitos enemigos de la fiesta que sí están organizados (en todas partes), a dejar de lado los intereses propios en los que hemos estado imbuidos demasiado tiempo y buscar un interés común. Es el caso.La Plataforma Taurina de Defensa de la Fiesta hace una gran labor. Es loable. Pero no creo que apoyarla o formar parte de ella nos inhiba, a los comunicadores, de nuestra parte de responsabilidad. En todo caso, debemos comprometernos en el firme objetivo de, por ejemplo, empujarla. O difundirla. O INTEGRARLA.
Por otro lado desde esta página he discrepado abiertamente –y probablemente, y felizmente añadiría, seguiremos discrepando– con tu forma de hacer periodismo taurino y de tu forma de ayuda a la fiesta en el Perú. Y si esa apasionada discrepancia alguna vez se excedió en sus juicios a tu labor periodística e invadió tu ámbito personal con una ofensa te pido, en este momento, públicas disculpas, las mismas que hago extensivas a todo aquel que se haya sentido ofendido por mis comentarios. Creo e insisto en que el objetivo y el riesgo lo ameritan sobradamente, ya que parto de la premisa de establecer un nuevo ámbito de acción y una nueva etapa, donde los responsables –pasando por el debido respeto mutuo, mancillado últimamente sin necesidad (incluyo nuevamente el mea culpa) y la consideración debida por la opinión ajena– formemos un frente sólido en busca de horizontes que sobrepasen los intereses de cada uno. Y, repito, para ello la presencia de El Comercio es importante.
Esa es, Bartolomé, y ninguna otra, la razón de la convocatoria. Espero que accedas, y contribuyas así a crear una nueva y monolítica etapa.
Raúl Aramburú
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