Se inicia ya la temporada taurina 2010, y poco o ninguna es la oportunidad que se les presenta a los jóvenes novilleros peruanos.
Es bien sabido que actualmente es muy difícil para un novillero peruano poder ocupar alguna plaza en los carteles de cada temporada nacional, una porque nunca les quieren dar una oportunidad para mostrarse, a menos que sea con ganado de ínfima categoría y otra porque en muchos casos prefieren al novillero extranjero, aun sin conocer su escaso bagaje artístico, basta con que sea extranjero, y esto no se debe consentir, mucho menos permitir.
Y no es que se tenga algo en contra de ellos, sino que sencillamente debemos ser justos con las aspiraciones novilleriles de los noveles toreros peruanos que luchan por conseguirse un lugar en tan difícil profesión. Debemos apoyarlos en todos los esfuerzos que hacen para conseguir ingresar al escalón superior, porque si no lo hacemos ahora, pronto se nos acabarán las cuatro figuras de matadores peruanos actuales y hasta allí nomás, hay que pensar en el futuro de la fiesta, y eso está en nuestros novilleros, no en los novilleros del exterior.
Es necesario que los novilleros peruanos se agrupen con la finalidad de exigir su presencia en los ruedos antes que cualquier extranjero, para demostrar que no se han equivocado al confiar en ellos, y así evitar que se pierdan por el camino debido al cierra-puertas que se le hace cada vez que pretenden demostrar sus condiciones para ser torero.
En esto los deben apoyar resueltamente los organizadores de espectáculos taurinos y los matadores, picadores, banderilleros y hasta el puntillero, negándose hacer el paseíllo con un novillero que no sea peruano, en cualquier tipo de espectáculo taurino y mucho menos cuando no tengan su documentación en regla.
