Castella corta dos orejas y Ponce pasea una en la matinal de Nîmes
GERMÁN JIMÉNEZ - Nîmes (Francia) - 10/05/2008 12:00
GERMÁN JIMÉNEZ - Nîmes (Francia) - 10/05/2008 12:00
Nuevo llenazo en el bimilenario coliseo esta mañana en la que se ha lidiado un encierro de Zalduendo, noble todo él y en conjunto correcto de presentacion.
Castella ha cortado los dos apéndices de su primero, aunque sólo ha querido pasear uno de ellos. A este animal, con el que se había lucido en un quite por tafalleras, lo toreó dándole distancias al principio para irlas luego acortando. Tandas iniciadas con las diestra, cambios de mano para continuar al natural, y la sensación de que al torero le faltaba toro. De un estoconazo hasta la gamuza lo mandó al desolladero.
Porfió el francés ante el noblón quinto, al que inició con un cambiado por la espalda un trasteo que no alcanzó gran brillantez al irse parando poco a poco el animal, sobresaliendo tan sólo una tanda en redondo.
Ha tocado pelo también esta mañana Enrique Ponce, a quien correspondió el mejor toro del encierro, sabiéndolo aprovechar el de Chiva. Hizo gala el valenciano de toda su madurez torera hilvanando algunas tandas auténticamente al ralentí, en especial con la mano diestra. A la hora de matar fue un cañón.
Ante el flojo cuarto trató de justificarse, cuajó algún que otro buen natural, alargando en exceso un trasteo que no llegó a romper.
Completaba la terna Cayetano, que anduvo por debajo de las posibilidades del tercero, noble pero que blandeó, y al que comenzó de hinojos su trasteo, fallando a la hora de matar. Tampoco le rodaron del todo las cosas ante el que cerró plaza, con el que firmó un trasteo de más a menos que comenzó apoyado sobre las tablas, sin terminar nunca de acoplarse con una res que terminó parándose.
Castella ha cortado los dos apéndices de su primero, aunque sólo ha querido pasear uno de ellos. A este animal, con el que se había lucido en un quite por tafalleras, lo toreó dándole distancias al principio para irlas luego acortando. Tandas iniciadas con las diestra, cambios de mano para continuar al natural, y la sensación de que al torero le faltaba toro. De un estoconazo hasta la gamuza lo mandó al desolladero.
Porfió el francés ante el noblón quinto, al que inició con un cambiado por la espalda un trasteo que no alcanzó gran brillantez al irse parando poco a poco el animal, sobresaliendo tan sólo una tanda en redondo.
Ha tocado pelo también esta mañana Enrique Ponce, a quien correspondió el mejor toro del encierro, sabiéndolo aprovechar el de Chiva. Hizo gala el valenciano de toda su madurez torera hilvanando algunas tandas auténticamente al ralentí, en especial con la mano diestra. A la hora de matar fue un cañón.
Ante el flojo cuarto trató de justificarse, cuajó algún que otro buen natural, alargando en exceso un trasteo que no llegó a romper.
Completaba la terna Cayetano, que anduvo por debajo de las posibilidades del tercero, noble pero que blandeó, y al que comenzó de hinojos su trasteo, fallando a la hora de matar. Tampoco le rodaron del todo las cosas ante el que cerró plaza, con el que firmó un trasteo de más a menos que comenzó apoyado sobre las tablas, sin terminar nunca de acoplarse con una res que terminó parándose.
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