jueves, 25 de marzo de 2010

UN DIA EN LA ESCUELA TAURINA "EL JULI" (III)

FERNANDO GIL-CABRERA / SIXTO NARANJO
Burladero.com
Gómez Escorial sabe de lo que habla, lo ha experimentado en sus carnes. "Para ser torero se requieren muchos factores e incluso alguno que se puede escapar de tus manos, como el factor suerte. Pero creo que hay una cosa fundamental además de un cierto valor para ponerse delante de un toro y unas hechuras que te ayuden que es la afición y la vocación".
"Aquí hay chicos que no hacen otra cosa a lo largo del día que pensar en el toro, entrenan mañana y tarde y el rato que tienen los ves con el ordenador o la tele viendo videos de toros, y eso es la base fundamental, porque luego vienen momentos muy duros y uno tiene que tener esa afición y ese gusto por torear. Un chaval debe llegar al punto de darse cuenta que torear es lo más bonito que ha encontrado en su vida y que merece la pena cualquier esfuerzo por hacerlo, tener ese orgullo de ser torero y estar convencido de que no hay nada mejor".
"Esto es muy progresivo y muy poquito a poco, primero tiene que aprender a coger los trastos luego a torear de salón y cuando lo ves que toreando de salón le pegaría pases a una becerra lo pruebas, y lo pruebas con una becerra que sea más fácil y poco a poco van evolucionando. Y en esa evolución unos avanzan y otros se quedan y el que resuelve ante la cara de los animales es el que va subiendo y el que no lo marca rápido. Y aquí los chavales se dan cuenta cuando no sirven, esto es un microcosmos de lo que hay fuera y hay mucha competencia, rivalidad, ves que un compañero esta por encima de ti y normalmente ellos se dan cuenta de que no evolucionan como el resto y que esto es muy difícil".
"La relación con los padres es importante, ellos nos preguntan cómo van los chavales pero nosotros también queremos saber cómo van en los estudios y no queremos que esto les perjudique en los estudios. La actitud en casa también nos importa", apuntala Gómez Escorial.
Ignacio López, hermano de El Juli, es el director de la Escuela y la Fundación El Juli: "La Fundación surge por propia iniciativa de Julián. En cuanto a la Escuela, él consideraba una buena manera de ayudar a los chicos nuevos, sobre todo los chicos que están a punto de debutar con picadores y que tienen un acceso muy complicado a ese escalafón. Y desde aquí se les ayuda a dar ese paso y luego que sean ellos mismos los que se abran ese camino que nosotros intentamos allanar".
"La implicación de Julián es enorme no sólo en el tema económico y de instalaciones, sino también que él suele venir de vez en cuando para ver como están lo chicos y para ellos es una motivación extraordinaria, ver como Julián sabe de ellos y que los lleva al campo. Para ellos es muy bonito".
"Nosotros hemos estado en Vistalegre estos años y el certamen de Nimes supone un nuevo reto para la Fundación, Nimes es una plaza tremenda de importancia y de talismán en la carrera de Julián y creo que es una plaza ideal para promocionar a chicos nuevos dada la categoría de sus aficionados".
"En lo personal hay una cosa por encima de todo y es la educación y nosotros estamos bastante satisfechos de la educación y el respeto que tienen los chicos sobre todo su entorno y lo que rodea al mundo del toro. Y ya fuera del mundo del toro, mantienen unos valores que en muy pocos campos se mantienen y creo que es una cosa a potenciar. Hay una cosa por encima de todo y que se exige en la Escuela y es la disposición y la entrega y es lo único imperdonable en la escuela, quien no demuestra entrega hacia el profesor que le da explicaciones o no demuestra entrega hacia un animal en un tentadero. La entrega es una palabra que define a la Escuela de Arganda".
"La Escuela de Arganda, es también la de la Fundación de El Juli y hay que mantener un buen nivel, la imagen de las cosas bien hechas de la educación y queremos que aquí aparte de buenos toreros surjan buenos aficionados, buenos profesionales y buenas personas".
"Los chicos tienen una convocatoria en la página web de la Escuela. Tienen que cumplir unos requisitos y son ellos los que mandan la solicitud. Solicitud que estudiamos y luego nos ponemos en contacto con el chico para comprobar que el chaval no esté totalmente hecho, que tenga algo que aprender que no venga el chico totalmente hecho y que venga para torear. Queremos que los chicos tengan el sello de esta escuela".
Patrick Oliver es uno de los alumnos que ya ha debutado con picadores y esté obteniendo importantes triunfos. "Yo empecé en la Escuela Taurina de Nimes y en seguida me di cuenta que para ser figura del toreo tenía que venirme a España que es donde están todas las ganaderías y para hablar el idioma, conocer la cultura española. Después de hacer la selectividad me vine a Madrid y conocí a un hombre que me hacia las novilladas de la zona y en una de ellas me vio Paco Carmona, que antes era el Jefe de Estudios de la Escuela de El Juli, me llamó y me explicó en que consistía el proyecto y vine. Fue una gran sorpresa porque es el sitio ideal para centrarse, prepararse y hacerse como torero".
Miguel Cuartero es otro de los chavales que ha debutado con picadores y que permanece en la Escuela de El Juli: "Vivimos cinco chavales en un piso en Arganda cogido por la Fundación y doblamos los entrenamientos, por la mañana lo hacemos en la Ciudad Deportiva que nos deja las instalaciones y por las tardes venimos aquí que tenemos unas instalaciones perfectas".Su compañero de piso, Patrick Oliver , se puede decir que quiere ser torero con conocimiento de causa, habiendo sufrido en sus carnes una gravísima cornada el pasado año: "El lado amargo es una parte de la fiesta y no es una sorpresa para nosotros. Los que queremos ser toreros, lo asumimos, no hay que fijarse más que en las figuras del toreo"."El Juli, no sólo para nosotros, sino para cualquier joven que empieza, es un ejemplo de torero y un modelo a seguir. Tenemos la suerte y el privilegio de poder ir al campo con él y de disfrutar de ver al maestro tentar y verlo es una clase extraordinaria", apostilla el francés.
Patrick empezó con los toros de la Camarga y "con esos animales uno aprende más a defenderse que a torear. Fue en un herradero, en una ganadería de mi pueblo, con una camiseta porque no tenía capote. La verdad es que fue una sensación de mucho miedo la primera vez".
"Aquí todos somos iguales -dice Cuartero- aunque nosotros hayamos debutado con picadores. Todos somos amigos y compañeros. Y, además, aquí se aprende de todo el mundo; yo me fijo en los pequeños y en todos".
Esa 'Escuela' es también la de El Juli, la de la afición desmedida y no parar de perfeccionarse: "Sí, yo también pienso que es un referente y un ejemplo a seguir. Es una locura cómo domina todas las suertes del toreo. También cómo nos trata, como persona, y cómo conoce a cada cual. Somos unos privilegiados por tenerlo cerca", concluye Miguel Cuartero.