14 / 02 / 2012 Por: Rubén Darío Villafraz
Un balde de agua fría ha supuesto para muchos aficionados el hecho de la confirmación de no permitir, en el marco de la Feria del Sol 2012, la entrada de menores a la Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia, para presenciar espectáculos taurinos, tras la orden emanada desde la ciudad capital a la Defensoría del Pueblo – Mérida, donde se insta tanto a la empresa taurina de turno, como a la misma Comisión Taurina del municipio Libertador del estado Mérida hacer cumplir el dictamen, el cual ya se intuía venir, a razón de las mismas circunstancias que se sucedieron en la recién escenificada Feria de San Sebastián, en la ciudad de San Cristóbal.
En tal sentido tampoco es nueva dicha disposición en el curso del también denominado Carnaval Taurino de América, pues ya en los años 2007 y 2008 por iniciativa en ese momento de la alcaldía de Mérida se prohibió la asistencia de niños al redondel merideño, lo que a juicio de los aficionados es una clara violación al dictamen que el año pasado se dio en el seno de la Asamblea Nacional en torno a considerar los festejos taurinos ente promotor del turismo, así como su legalidad como espectáculo de masas, e incluso de disposiciones emanadas por la LOPNA en el 2010 el cual avalaba la asistencia de niños y adolescentes a las corridas de toros, sin dejar a un lado que para tal fin se declarase los festejos taurinos en el marco de la Feria de Sol el año pasado Patrimonio Cultural Inmaterial.
A través de una escueta rueda de prensa, la empresa taurina ha señalado acatar la disposición, no sin antes reclamar lo que considera un hecho inconstitucional, violatorio desde todo el punto de vista la libre disposición de padres y representantes de permitir a sus hijos el tipo de evento que así considere, lo que además viene ser un ataque frontal y directo nuevamente de hordas antitaurinas, enquistadas desde el gobierno central.