Un verdadero show se armó en la segunda corrida de la Feria Tovareña, el sábado seis de septiembre, en la que el toro manso de nombre "Lusitanno", de 428 kg., No. 478, puso la mayor raya daltónica a la Comisión Taurina Municipal en el Coliseo El Llano, sellando y echando por el piso, su deseo de ser, algún día, plaza de primera. Un toro que duró más de una hora en el ruedo esperando su suerte de ser devuelto cuando se le debió colocar las banderillas negras y ser pasaportado ya que no presentaba ninguna lesión en su humanidad animal, por el torero que le tocó lidiarlo, nada más y nada menos que el venezolano Rafael Orellana, que ha pagado caro, el desacierto de la autoridad taurina, el saldo artístico, dos orejas, una por Humberto Flores y la otra por Rafael Orellana.
Lleno arrimado registró el Coliseo tovareño.
Lidiado un toro de "El Trebol" por el Rejoneador Rafa Rodríguez, un novillo chico apagado. Toreó bien con sus jacas, buenos rejones de castigo y banderillas, pasaportándolo pié en tierra.
En la lidia ordinaria, llegaron otras sorpresas más. Un encierro de la ganadería de "Juan Campolargo": aplomados, con cuerpo de toro y cara de novillos.
El mexicano Humberto Flores, con ganas de agradar, dominio del capote, embarcando a su lote, con hechura pero algo atropellado, deja presencia.
El venezolano Rafael Orellana, inicia faena de su primero con excelentes péndulos, derechazos, torea para el público y en su segundo llegó el show taurino local, con un toro manso de los mansos, sin lesión alguna, ordena la autoridad taurina su cambio, sacan a relucir un pañuelo que no se sabía por la oscuridad reinante a la altura en que está ubicada en el Coliseo, de qué color era; nadie sabía, a ciencia cierta, si iban a colocar banderillas negras o se devolvía; al final fue devuelto tras una hora de pitas y relajo en el anillo. Los errores se pagan caro en el mundo del toro, el sobrero que le tocó lidiar, le hizo faena pero le ha pinchado en nueve oportunidades, escucha un aviso y el frío silencio de sus paisanos taurinos.
El peruano Fernando Roca Rey, ejecuta un excelente tercio de banderillas, molinetes, mandando con la muleta ante enemigos que no le permitieron el lucimiento.
Concluye la corrida con el sabor amargo de una actuación nefasta de la Comisión Taurina Municipal, estrenándose en sus funciones en esta Feria de Tovar. Comentarios buenos y malos, por parte una afición insatisfecha. Lógicamente queda el beneficio de la duda.
Humberto Flores: aplausos y oreja
Rafael Orellana: oreja y un aviso
Fernando Roca Rey: aplausos y silencio
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