Si la reventa andaba ya fuerte antes del 5 de junio, aunque temerosa del infortunio, para mañana, después de la histórica e indemne tarde de José Tomás, se ha disparado a precios estratosféricos. Al día siguiente de la sexta Puerta Grande, todavía se podía comprar para mañana, 15 de junio, un tendido alto de sombra, que no alcanza los 30 euros en taquilla, por el «módico» precio de 350 euros; hoy es ya impensable semejante ganga. El capricho de ver al dios de piedra de Galapagar puede salir en torno a los 2.000 euros por entrada: la picaresca de Internet pone el bolígrafo Bic a precio de Montblanc de oro con el «regalo» del boleto. En tiempos de crisis no falta el estraperlo.
La corrida de Puerto de San Lorenzo (ocho toros) ya ha pasado el primer reconocimiento veterinario en los corrales de Las Ventas, según informa mundotoro. Precisamente, un 26 de mayo de 1999 José Tomás cuajó una antológica faena, completa sobre la mano izquierda, a un toro de Puerto de San Lorenzo. Cuando se habla de aquella obra, los aficionados recuerdan que, de haber matado, posiblemente hubiera cortado el último rabo de la historia de la Monumental. Pero pinchó y el premio se quedó en nada y en una oreja de su primero.
La expectación es tan larga, y tanto habla de los máximos trofeos, que no depara en que volver a estar al nivel del pasado 5 de junio y que salga todo tan redondo ya supondría, de por sí, una proeza. Por ilusión que no quede, y es ilusión lo que se respira ahora mismo en dosis abrumadoras por José Tomás. La que ha sembrado.
La corrida de Puerto de San Lorenzo (ocho toros) ya ha pasado el primer reconocimiento veterinario en los corrales de Las Ventas, según informa mundotoro. Precisamente, un 26 de mayo de 1999 José Tomás cuajó una antológica faena, completa sobre la mano izquierda, a un toro de Puerto de San Lorenzo. Cuando se habla de aquella obra, los aficionados recuerdan que, de haber matado, posiblemente hubiera cortado el último rabo de la historia de la Monumental. Pero pinchó y el premio se quedó en nada y en una oreja de su primero.
La expectación es tan larga, y tanto habla de los máximos trofeos, que no depara en que volver a estar al nivel del pasado 5 de junio y que salga todo tan redondo ya supondría, de por sí, una proeza. Por ilusión que no quede, y es ilusión lo que se respira ahora mismo en dosis abrumadoras por José Tomás. La que ha sembrado.
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