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REDACCIÓN - 28/06/2008 21:35
El torero francés Sebastián Castella ha caído herido de gravedad cuando finalizaba la faena al quinto ejemplar de la corrida de Algeciras. El torero de Bèziers se encontraba ejecutando manoletinas al toro de Gavira, después de una faena de mucho ajuste y entrega del torero francés, cuando el toro le prendió con espectacularidad por el muslo.
El torero permaneció varios instantes a merced del ejemplar, que se hicieron angustiosos. Cuando se ha levantado del suelo, la pierna derecha ha comenzado a sangrar en abundancia, por lo que se estima una cornada fuerte en el tercio inferior del muslo, dada la abundante sangre que manaba de la pierna.
Sin apenas poder apoyar, Castella hizo el esfuerzo para estoquear al ejemplar, tras lo que pasó por su propio pie a la enfermería, donde ha sido atendido en estos momentos. La presidencia le concedió las dos orejas.
Los doctores de la plaza, que han terminado de operar al torero francés han confirmado que sufre una "herida por asta de toro en cara interior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de veinte centímetros, que diseca el hueso y afecta el músculo cuádriceps, sin afectación del paquete vasculonervioso. Se descubre y procede a lavado de la herida, coloca drenaje y sutura en planos. Pronóstico menos grave salvo complicaciones. Firmado: Doctor Sáenz de Tejada".
El torero francés Sebastián Castella ha caído herido de gravedad cuando finalizaba la faena al quinto ejemplar de la corrida de Algeciras. El torero de Bèziers se encontraba ejecutando manoletinas al toro de Gavira, después de una faena de mucho ajuste y entrega del torero francés, cuando el toro le prendió con espectacularidad por el muslo.
El torero permaneció varios instantes a merced del ejemplar, que se hicieron angustiosos. Cuando se ha levantado del suelo, la pierna derecha ha comenzado a sangrar en abundancia, por lo que se estima una cornada fuerte en el tercio inferior del muslo, dada la abundante sangre que manaba de la pierna.
Sin apenas poder apoyar, Castella hizo el esfuerzo para estoquear al ejemplar, tras lo que pasó por su propio pie a la enfermería, donde ha sido atendido en estos momentos. La presidencia le concedió las dos orejas.
Los doctores de la plaza, que han terminado de operar al torero francés han confirmado que sufre una "herida por asta de toro en cara interior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de veinte centímetros, que diseca el hueso y afecta el músculo cuádriceps, sin afectación del paquete vasculonervioso. Se descubre y procede a lavado de la herida, coloca drenaje y sutura en planos. Pronóstico menos grave salvo complicaciones. Firmado: Doctor Sáenz de Tejada".
EFE
Castella sufrió una cornada de 20 centímetros en el muslo derecho
ROSARIO PÉREZ
-¿Cómo se encuentra?
-Estoy bien y no he tenido fiebre. Me siento tranquilo y feliz.
-¿Feliz después de una cornada de veinte centímetros en el muslo?
-Son cosas que pasan. No hay que darle mayor importancia.
-Tenía la puerta grande amarrada y aun así se ciñó por manoletinas.
-El querer ser figurón del toreo no es sólo cortar dos orejas a un toro. Habrá toreros que, si tienen el triunfo asegurado, no hacen el esfuerzo con el segundo de su lote, pero yo no pienso así.
-¿Era consciente de que el toro lo podía cazar?
-Sí, me pasé un poquito. Pero para ser grande hay que marcar la diferencia.
-Precisamente ahora se ha abierto un debate sobre los toreros que sobrepasan los límites.
-Eso será porque los otros no son capaces de hacerlo. El que es capaz lo hace y, por eso, está arriba. Son muy pocos. El toreo es emoción, algo imprescindible para arrastrar público a la plaza. Hay un camino que lleva a la cima: el de la verdad.
-La gente sintió miedo cuando la sangre manaba por la taleguilla, pero usted permaneció estoico en el ruedo. ¿No se asustó?
-Para nada. Le tengo mucho respeto a la profesión y al toro. Mientras uno se pueda mantener en pie debe aguantar.
-Dicen que cada cornada es una muerte pequeña del valor, aunque en su caso parece no hacerle mella.
-He sufrido muchas y hasta el momento no me han afectado nada. Y que dure.
-¿Lleva la cuenta del número de cornadas?
-Es la número dieciséis.
-¡Qué barbaridad!
-Yo lo veo normal. No me cambio por nadie. En esta profesión hay pasiones inigualables.
-Protagonizó una tarde redonda y se ha alzado triunfador de la feria de Algeciras. ¿Da moral?
-Ya no es el resultado, sino la forma en que he estado en el ruedo, que es con lo que se coge categoría. Pude disfrutar y demostrar varias cosas.
-¿A qué se refiere?
-Si hay gente que habla diciendo cosas que no son, se ha visto que no tienen razón. Hay que esperar a los toreros, puesto que el toreo es despacito.
-En el cartel se anunciaba José Tomás, quien no pudo comparecer por estar convaleciente, y usted también cayó herido.
-Los percances forman parte de la Fiesta de los toros. Habrá que esperar para vernos juntos. Todo llega.
-¿Cuándo se plantea reaparecer?
Castella sufrió una cornada de 20 centímetros en el muslo derecho
ROSARIO PÉREZ
-¿Cómo se encuentra?
-Estoy bien y no he tenido fiebre. Me siento tranquilo y feliz.
-¿Feliz después de una cornada de veinte centímetros en el muslo?
-Son cosas que pasan. No hay que darle mayor importancia.
-Tenía la puerta grande amarrada y aun así se ciñó por manoletinas.
-El querer ser figurón del toreo no es sólo cortar dos orejas a un toro. Habrá toreros que, si tienen el triunfo asegurado, no hacen el esfuerzo con el segundo de su lote, pero yo no pienso así.
-¿Era consciente de que el toro lo podía cazar?
-Sí, me pasé un poquito. Pero para ser grande hay que marcar la diferencia.
-Precisamente ahora se ha abierto un debate sobre los toreros que sobrepasan los límites.
-Eso será porque los otros no son capaces de hacerlo. El que es capaz lo hace y, por eso, está arriba. Son muy pocos. El toreo es emoción, algo imprescindible para arrastrar público a la plaza. Hay un camino que lleva a la cima: el de la verdad.
-La gente sintió miedo cuando la sangre manaba por la taleguilla, pero usted permaneció estoico en el ruedo. ¿No se asustó?
-Para nada. Le tengo mucho respeto a la profesión y al toro. Mientras uno se pueda mantener en pie debe aguantar.
-Dicen que cada cornada es una muerte pequeña del valor, aunque en su caso parece no hacerle mella.
-He sufrido muchas y hasta el momento no me han afectado nada. Y que dure.
-¿Lleva la cuenta del número de cornadas?
-Es la número dieciséis.
-¡Qué barbaridad!
-Yo lo veo normal. No me cambio por nadie. En esta profesión hay pasiones inigualables.
-Protagonizó una tarde redonda y se ha alzado triunfador de la feria de Algeciras. ¿Da moral?
-Ya no es el resultado, sino la forma en que he estado en el ruedo, que es con lo que se coge categoría. Pude disfrutar y demostrar varias cosas.
-¿A qué se refiere?
-Si hay gente que habla diciendo cosas que no son, se ha visto que no tienen razón. Hay que esperar a los toreros, puesto que el toreo es despacito.
-En el cartel se anunciaba José Tomás, quien no pudo comparecer por estar convaleciente, y usted también cayó herido.
-Los percances forman parte de la Fiesta de los toros. Habrá que esperar para vernos juntos. Todo llega.
-¿Cuándo se plantea reaparecer?
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