EDITORIAL
SAN ISIDRO, EL GRAN FOCO DE ATENCIÓN
REDACCIÓN - 06/05/2008 21:41
La negativa resaca de Sevilla cayó como una losa en el ánimo de una temporada que se cogió con ganas en febrero. No ha pasado un mes de aquello y sus principales actores han devuelto ya al espectáculo el pulso deseado. Justo antes de San Isidro. Así, el llamado Mundial del Toreo volverá, un año más, a marcar el curso taurino en la plaza y también fuera de ella.
A nivel mediático es mayo, y no agosto ni septiembre, el mes más taurino del año. Suplementos, espacios en televisión y radio, programas especiales, coleccionables taurinos en kioscos y destacada presencia en los principales periódicos.
En cuanto a difusión, marketing y buscándole un slogan, podría decirse que es en mayo cuando la Fiesta hace su ‘agosto'. Un caldo de cultivo que aprovechan también los que, a costa del que sigue siendo segundo espectáculo de masas del país, buscan su minuto de gloria. O sus dos minutos como ocurrió el domingo en Las Ventas.
Bochornoso espectáculo, no sólo en el ruedo sino fundamentalmente en callejón y palco. Sin precedentes en plazas españolas, por primera vez se ‘autorizó' una manifestación antitaurina en pleno ruedo. Cuando menos, no se desautorizó. La culpa se la reparten ahora y cada uno le echa la pelota al otro. El presidente al callejón, la Policía al palco y el Delegado Gubernativo... a por uvas.
Por otro lado, el escritor Manuel Vicent nos regala en El País su impagable artículo antitaurino de cada año. En esta ocasión, Vicent regaña a Serrat y Sabina por ir a los toros, aunque como magistralmente expone Boadella, que nos permitirá la cita, en su último libro Adiós Cataluña "la auténtica razón de sus fogonazos es disparar contra aquellos que exhiben públicamente la insolencia de pasárselo en grande". Que aplaudan en los toros, es textualmente lo que parece molestar a Vicent en su artículo sobre estos dos 'pájaros', como el propio abolicionista los define.
También los hay que tratan de reventar desde dentro. Empresarios, taurinos y también algunos 'cronistas de cámara', a los que algunos medios dan pábulo para escribir de toros y que, por defender su sardina, disparan a dar contra todo aquel que la amenace.
José Tomás es ahora el blanco. Aun con el cuello atravesado, como ocurrió el pasado sábado en Jerez. El torero más importante, ni mejor ni peor (para gustos, colores) de muchos años.Precisamente cuando refutados escritores, periodistas e importantes medios ajenos al toro se acercan a la Fiesta, muchos por vez primera, y se encargan de cantar y contar su temporada, desde dentro algunos tratan de reventarle y minimizar su impagable efecto favorable. Bueno para la Fiesta y, por ende, para los toreros a los que ingenuamente defienden y en algunos casos representan estos críticos improvisados que, torpemente, no son capaces de ver más allá de su propia sombra.
Resulta que los hay también que acusan a Burladero de ir contra Morante como parte de una gran conspiración judeomasónica de óscuros fines que pretenden enterrar al torero de la Puebla. Incondicionales, forofos del torero o hasta su propio entorno, imaginamos son los que elevan tan grandilocuentes acusaciones. Nada más lejos de la realidad. Morante es un torero necesario. Un genio, como ya se escribió en un editorial que generó debate y levantó polvareda. Mal entendido o malintencionadamente entendido. Más bien lo segundo.
En cualquier caso, la temporada y el toreo necesita de Morante. Del mejor Morante. Llega Madrid y debe corresponder con urgencia el torero a un ambicioso planteamiento con tintes de excelencia presentado en México. Figura es, como tal pide y de idéntica manera se le debe exigir. Será en Madrid. Estamos convencidos.
REDACCIÓN - 06/05/2008 21:41
La negativa resaca de Sevilla cayó como una losa en el ánimo de una temporada que se cogió con ganas en febrero. No ha pasado un mes de aquello y sus principales actores han devuelto ya al espectáculo el pulso deseado. Justo antes de San Isidro. Así, el llamado Mundial del Toreo volverá, un año más, a marcar el curso taurino en la plaza y también fuera de ella.
A nivel mediático es mayo, y no agosto ni septiembre, el mes más taurino del año. Suplementos, espacios en televisión y radio, programas especiales, coleccionables taurinos en kioscos y destacada presencia en los principales periódicos.
En cuanto a difusión, marketing y buscándole un slogan, podría decirse que es en mayo cuando la Fiesta hace su ‘agosto'. Un caldo de cultivo que aprovechan también los que, a costa del que sigue siendo segundo espectáculo de masas del país, buscan su minuto de gloria. O sus dos minutos como ocurrió el domingo en Las Ventas.
Bochornoso espectáculo, no sólo en el ruedo sino fundamentalmente en callejón y palco. Sin precedentes en plazas españolas, por primera vez se ‘autorizó' una manifestación antitaurina en pleno ruedo. Cuando menos, no se desautorizó. La culpa se la reparten ahora y cada uno le echa la pelota al otro. El presidente al callejón, la Policía al palco y el Delegado Gubernativo... a por uvas.
Por otro lado, el escritor Manuel Vicent nos regala en El País su impagable artículo antitaurino de cada año. En esta ocasión, Vicent regaña a Serrat y Sabina por ir a los toros, aunque como magistralmente expone Boadella, que nos permitirá la cita, en su último libro Adiós Cataluña "la auténtica razón de sus fogonazos es disparar contra aquellos que exhiben públicamente la insolencia de pasárselo en grande". Que aplaudan en los toros, es textualmente lo que parece molestar a Vicent en su artículo sobre estos dos 'pájaros', como el propio abolicionista los define.
También los hay que tratan de reventar desde dentro. Empresarios, taurinos y también algunos 'cronistas de cámara', a los que algunos medios dan pábulo para escribir de toros y que, por defender su sardina, disparan a dar contra todo aquel que la amenace.
José Tomás es ahora el blanco. Aun con el cuello atravesado, como ocurrió el pasado sábado en Jerez. El torero más importante, ni mejor ni peor (para gustos, colores) de muchos años.Precisamente cuando refutados escritores, periodistas e importantes medios ajenos al toro se acercan a la Fiesta, muchos por vez primera, y se encargan de cantar y contar su temporada, desde dentro algunos tratan de reventarle y minimizar su impagable efecto favorable. Bueno para la Fiesta y, por ende, para los toreros a los que ingenuamente defienden y en algunos casos representan estos críticos improvisados que, torpemente, no son capaces de ver más allá de su propia sombra.
Resulta que los hay también que acusan a Burladero de ir contra Morante como parte de una gran conspiración judeomasónica de óscuros fines que pretenden enterrar al torero de la Puebla. Incondicionales, forofos del torero o hasta su propio entorno, imaginamos son los que elevan tan grandilocuentes acusaciones. Nada más lejos de la realidad. Morante es un torero necesario. Un genio, como ya se escribió en un editorial que generó debate y levantó polvareda. Mal entendido o malintencionadamente entendido. Más bien lo segundo.
En cualquier caso, la temporada y el toreo necesita de Morante. Del mejor Morante. Llega Madrid y debe corresponder con urgencia el torero a un ambicioso planteamiento con tintes de excelencia presentado en México. Figura es, como tal pide y de idéntica manera se le debe exigir. Será en Madrid. Estamos convencidos.
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