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SERRANO ARCE ZABALA DE LA SERNA.
SERRANO ARCE ZABALA DE LA SERNA.
SANTANDER
Domingo López Chaves sufrió una cornada de quince centímetros con el segundo toro de Fuente Ymbro
Como una manada de búfalos en estampida, se le vino encima el basto torancanazo de Fuente Ymbro -casi 600 kilos de fealdad- a López Chaves. Lo agarró como la parrilla de un camión tráiler embalado atrapa una mosca. Y no lo soltaba. Terrible la paliza en los medios, cuando Chaves lo citaba para llevarlo al caballo. Un atropello peatonal de autopista en toda regla. Con la taleguilla desgajada por el nalgatorio, manando una cornada por debajo del glúteo izquierdo. Chaves se levantó medio grogui para seguir. En tablas lo asistieron y ni las arengas de sus compañeros le hicieron retirarse a la enfermería. La bestia parda manseó en los caballos, miraba, medía y se lo pensaba ante un torero mordiéndose el dolor, con la muleta en la mano, en admirable gesto de hombría. Incluso una tanda diestra de mérito le robó en una faena necesariamente corta. Demasiado. Mató como pudo. Fuertemente le ovacionaron cuando marchó por su propio pie hacia el brillo tenebroso del bisturí.
Domingo López Chaves sufrió una cornada de quince centímetros con el segundo toro de Fuente Ymbro
Como una manada de búfalos en estampida, se le vino encima el basto torancanazo de Fuente Ymbro -casi 600 kilos de fealdad- a López Chaves. Lo agarró como la parrilla de un camión tráiler embalado atrapa una mosca. Y no lo soltaba. Terrible la paliza en los medios, cuando Chaves lo citaba para llevarlo al caballo. Un atropello peatonal de autopista en toda regla. Con la taleguilla desgajada por el nalgatorio, manando una cornada por debajo del glúteo izquierdo. Chaves se levantó medio grogui para seguir. En tablas lo asistieron y ni las arengas de sus compañeros le hicieron retirarse a la enfermería. La bestia parda manseó en los caballos, miraba, medía y se lo pensaba ante un torero mordiéndose el dolor, con la muleta en la mano, en admirable gesto de hombría. Incluso una tanda diestra de mérito le robó en una faena necesariamente corta. Demasiado. Mató como pudo. Fuertemente le ovacionaron cuando marchó por su propio pie hacia el brillo tenebroso del bisturí.
Parte facultativo: Domingo López Chaves sufrió «una cornada en glúteo izquierdo con orificio de entrada y salida y una trayectoria descendente de 15-20 cm. que toca abductor mayor y membranoso sin afectar vasos de importancia. Varetazo en región anterior del tórax y cresta ilíaca derecha. Trasladado al Hospital de Valdecilla para realizarle placas».
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